miércoles, 25 de julio de 2018

¿Alguien esperó tu respuesta?






¿Cómo te sientes?
¿Qué tú quieres para tu vida?
¿Por qué piensas así?
¿Por qué eres así?
¿No debería ser tan difícil para ti?
¿Tienes todo para hacerlo?
¿Sabes cuál es tu propósito?
¿Quién eres en realidad?
¿Qué te gusta hacer?
¿Cómo manejas todo lo que viene?
¿Cuáles son tus talentos?
¿De qué te ha servido lo que has pasado?
¿Cómo estás?



Cuando ya te han bombardeado con tantas preguntas…


¿Alguien esperó tu respuesta?


Vivimos en una sociedad que lamentablemente intenta cuestionar la vida, los actos, decisiones y todo aquello que haces. Te acaparan con preguntas, pero no tienen tiempo para escucharte. Bendecido eres si tienes a personas que pueden estar ahí para escuchar tu respuesta y caminar junto a ti por el proceso.


Durante años la vida va creando diferentes escenarios que van moldeándote. Pueden cambiar muchas cosas en ti, pero no tocan tu esencia. Puedes tener capas que cubran tu ser interior, pero no lo desaparecen. Intentar cambiar tu esencia, sería como matar tu yo.



Hoy quiero decirte que cada persona en este mundo viene con un propósito. Puedes estar muy cómodo con tu vida. ¡Y qué bien si es así! Por otro lado, puedes estar teniendo la peor crisis existencialista. Detestando todo lo que ahora está ocurriendo y queriendo entender.

¡Queridos y queridas! 

Hoy es un buen momento para hacer un ejercicio de amor. Quiero que te detengas frente a un espejo y te digas tres cosas hermosas. 

Luego, vas a repetir esta oración:

Hola, querido yo.
Sé que en este momento no entiendes todos esos por qué.
Y está bien si no lo entiendes. ¡Te juro que está bien!
Sé que estás batallando con cosas muy duras.
Sé que te han lastimado.
Te han herido.
Te han abandonado.
Perdiste mucho y ahora no sabes qué hacer.
¡Sí tienes muchos por qué, cómo, cuándo, quién, etc!
Sé que está muy fuerte eso que te ha tocado vivir.
¡Sé que odias sentirte así!
Sé que la gente no ha sido tan amable contigo
 y sé que no es fácil hablar cuando no todos están
en la mejor disposición de escuchar.
Solo quiero decirte: Acepta que estás pasando por eso, pero no aceptes quedarte ahí, porque no es tu realidad por siempre al menos que la abraces y la hagas tuya. 

¡Te amo!

Luego de esta oración, échate la bendición y comienza a organizar tus próximos pasos.


¡Voy a ti!


Por: Elizabeth Nun 
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martes, 17 de julio de 2018

¿No debe ser así?



Podría hoy estar en cualquier lugar de esta tierra. Caminando con café en mano mientras decido entre un cigarrillo o una flor. Todos eligen. Me parece un poco rancio el olor a tristeza. Trataría que en cada sorbo se mitigara mi pena. A veces debemos soportar lo rancio, para llegar a lo dulce…. Entonces pongo una flor en mi mano. Por elección. Porque quiero. ¿No debe ser así?


En silencio determino mis próximas letras. No acaban el juego entre las exigencias y la libertad para redimir escritos muertos. A tal paso estaría removiendo los escombros. Pero esta vez no intentaré construir nada. Voy a caminar libre por ahí y veremos qué pasa. ¿No debe ser así?

 

Podríamos tener muchos motivos para quedarnos sentados viendo como todo lo que construimos se va demoliendo. También se puede escoger cerrar los ojos y hacer como si nada estuviera pasando. Otros pueden correr a esconderse. ¿Alguien puede culpar tales acciones? Uno siempre escoge. ¿No debe ser así?

Entonces nos asalta el tiempo, nos explota en la cara los resultados, quedamos solos ante la nada de un todo. Tratando de entender. Buscando sentir algo diferente. O mejor, deseando una manera de estar quietos. Aunque la vida siempre nos da el empuje para no quedarnos donde estamos. ¿No debe ser así?



Eres una obra perfecta que te hace ser la mejor creación existente. ¡Así tal cual eres! ¿Tú lo crees? Porque con todas esas marcas de guerra, el sudor en tu cuerpo por la lucha constante, la enfermedad que pueda estar quebrando tu sonrisa, las desilusiones que han despedazado tu corazón, la soledad que te oprime, todas esas preguntas sin respuestas, ¡CON TODO ESO! Tú eres asombroso. Porque esas cosas no te definen, sino que te enseñan, te pulen, te rompen, para entonces renacer. ¿No debe ser así?



Yo creo que sí. ¿Y tú?

Elizabeth Nun 

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