Desde el presente

Miro el reloj. Han sido más de cinco horas de espera. El vuelo atrasado y mi estado anímico acelerado. Leo. Observo. Regreso a la lectura… Mi concentración no es la mejor. Desde mi ángulo veo a la gente con sus diversas expresiones. Unos están cansados, otros riendo y uno que otro posando estilo Mona Lisa.  ¿Cómo me veré ante ellos? Somos espejos. 

¡Por fin es hora de abordar! Una mezcla de molestia y a la vez melancolía. ¿Será por el tiempo de espera? ¿Hambre? ¿Sueño? ¿Recuerdos? ¿Todo a la vez? Traté de no pensar en eso y continuar caminando. Me dieron la bienvenida. Llegué a mi asiento. 

 

Amo ver cómo se eleva el avión sobre el océano. Lloré. Esa nostalgia que sentía tenía nombre. Aflojaron los recuerdos. Hace diez años había realizado mi primer vuelo a la ciudad de Nueva York con una de mis mejores amigas (RIP). Todo tuvo sentido. Era como si mi inconsciente estuviera muy consciente de todo el panorama. Ese mismo día del vuelo se cumplían dos años en que ella había fallecido y diez años de aquel primer viaje que realizamos. ¿Casualidad?

Durante todo el trayecto recordé mucho, agradecí, pero también cuestioné un poco. La vida es un viaje. ¿Has escuchado esa expresión? Es muy cierta. Miré por la ventana e imaginé lo contenta que ella estuviese de que yo hiciera este viaje. 

***

Se acercó la azafata y me dijo: 

    

-Do you want coffee? 

-I want dark coffee, please.

-Sugar?

-One for the coffee and one for my life, please.

-… 

-Thank you. 

Miré por la venta y bebí café. Quizás muchas cosas no vayan como queramos, pero de algo estoy muy segura y es que:

“Puedes ver lo hermoso desde donde estés, 
si tienes la actitud correcta”.

 

Al otro lado me espera mi sisterfriend (como cariñosamente le digo)
 y mi familia. 

Debo recorrer el camino enfocada en el ahora. 

¿Y tú lo estás haciendo? 

Por: Elizabeth Nun
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