sábado, 29 de agosto de 2020

Había una vez.

             


Había una vez… 

Así empiezan las historias maravillosas que nos cuentan cuando somos niños. 


 




¿Cómo inició tu historia?

 

Tal vez con mucha protección y también dulces. 

 

Pero hay otros comienzos.

 

De esos que callan las casas para que no se ofendan los vecinos. 

 

¿Puede ser tu historia?

 

Quizás con expresiones tan fuertes que no se pueden escribir por amor a los más sensibles. 


 





Hay unas puertas que se abren solo para llevarte al mismo lugar. 

 

Huecos en el techo que están tan altos que parece que no puedes alcanzarlos. 

 

No hay ventanas.

 

Y giran las letras, intenciones, gratitud, enojos, cuestionamientos… 

 

No hay salida por las puertas, ni por el techo, nada de ventanas, 

solo adentro, solo adentro de ti. 



 

Había una vez…

 

Ya no había. 










Por: Elizabeth Nun 
  

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*Imagen tomada de Pinterest.