Se acumulan los abrazos.
Los pensamientos bonitos
que añoran hacerse realidad
caen sobre una tumba.
Las vivencias anuladas.
El quebranto sin expresión
marca el hilo de vida cortado vilmente
por monstruos vestidos de humanos.
¡Violencia! ¡Subyugación!
¡Doblegar al prójimo por egoísmo, celos, envidia, control!
¡Violencia!
¡Ni una más!
¡Ni uno menos!
¡Nadie!
Tejidos que deben curar y no apretar:
¡A nadie, a nadie!
Besos que deben provocar sonrisas y no asco:
¡A nadie, a nadie!
Convivencia en amor y no miedo:
¡Para nadie, a nadie!
¡La violencia es violencia!
¡Y no la merece NADIE!
Por: Elizabeth Nun
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