sábado, 19 de agosto de 2017

Palabras bien dichas


¿Has sentido una pinchada con un alfiler? 
Es un dolor rápido e intenso.
El área se mantiene adolorida, 
dependiendo de cuán fuerte haya sido el pinchazo.
Así puede ser las palabras, cuando en la verbalización o 
en la manifestación escrita,
con una intención poco cuidada, ¡se dicen sin pensar! 
Creando alguna aflicción.




Hace mucho tiempo utilizo las palabras para reflexionar. ¡Hay tanto que hacer con ellas! Independientemente la forma en que escojamos manifestarla, sea hablada o escrita, hay mucho poder en ellas. Puedes iniciar una guerra, mejorar el día de una persona o arruinar una vida. Así de fuertes son. ¿No es así?

Mientras rebuscaba entre las afirmaciones personales (citas) de algunos célebres, encontré el siguiente pensamiento de un tal Carlos Siller:

La palabra tiene mucho de aritmética:
divide cuando se utiliza como navaja, para lesionar;
resta cuando se usa con ligereza para censurar;
suma cuando se emplea para dialogar,
y multiplica cuando se da con generosidad para servir.

A lo largo de nuestra vida acogemos muchas palabras que de alguna forma pueden insertar en nosotros un ancla que nos hunde. O bien podemos guardar palabras que nos hacen sentir bonanza.

**Y te dirán muchas veces que las palabras se las lleva el viento. ¿Será eso cierto?**

No podemos invalidar la humanidad que nos hace ser imperfectos. Creo que las palabras son maravillosas y en su esencia se encierran las más espectaculares razones para utilizarlas. Pero somos nosotros quienes las usamos como espada o bálsamo.

¿Qué debemos tener en consideración cuando empleamos alguna palabra? Podríamos mencionar muchas, pero me inclino por la honestidad y el amor. Porque hay palabras que encierran verdades, que manejadas incorrectamente, desvían su propósito. Por eso es tan importante el amor, porque hasta la palabra más franca, puede ser aceptada si en su esencia no tiene la intención de herir, sino de alentar, despertar, concientizar, abrazar… ¡Así deben ser escritas o habladas! Es todo un reto.

Bien lo dijo William Golding:

Hay que reivindicar el valor de la palabra,

poderosa herramienta que puede cambiar nuestro mundo.



Elizabeth Nun 

lunes, 14 de agosto de 2017

Poesía: En el centro de un solo





 En el centro de un solo


Retumba la voz con un nombre.
Del sur los recuerdos, del este los abrazos,
 en el oeste se arriman los besos,
y en el norte está la esperanza.

En el medio está la eternidad.
Infinita sobre los pasos detenidos
 por una mirada.

Hay silencio.
Palpitaciones en espera de una frase.
Pero, aún sigo respirando.
Suspende su calma y dile que estás sola.




Por: Elizabeth Nun

domingo, 13 de agosto de 2017

Letras - refugio

Letras-refugio


Manos cubiertas de ti.

Es extraño. 

Acomodando la vida y aún faltan piezas. 

Respiro. 

Se insertan las ideas, 

pero ninguna me seduce. 

 

Es inaudito.

Añorarte como te pienso. 

Refugiarse en los encuentros y

luego estar como al principio. 

Con las manos desnudas.

Sin ti. 

Extrañando. 

Respirando. 

 

Y no nos queda más 

que refugiarnos en las letras. 

Donde existe la posibilidad 

de una sonrisa a medio tiempo.



Por: Elizabeth Nun
Facebook: Las letras de Nun
Instagram: elizabeth_nun_

viernes, 4 de agosto de 2017

Buscando




     Buscando 

Muevo mis manos hacia tu lugar,

pero está perdido. 

Recorro con las fuerzas asignadas para ese día.

Un paso a la vez.

En ocasiones, soy viento.

En calladas noches,

navego entre memorias,

susurros y latidos. 

Pero no te veo.

Acallada entre los escombros, 

busco esos pedacitos del cielo que nos acobijaba. 

A oscuras es más difícil encontrar tu risa.

Da miedo.

Y no te veo. 

Incrementa la agonía,

y también los espejismos. 

Juegan danzando sobre mi memoria.

No siempre rio.

En muchas ocasiones lloro.

Aún así, no te veo. 

Solo hay una distancia entre la palabra y tu acción.

No siempre tienen sentido los caminos.

Entre juegos y azares 

se busca unir lo que está fragmentado.

Surge el cuestionamiento entre la piel y tus besos. 

Los colores van surgiendo.

Nos cubren.

Vamos abriendo los sentidos.

Entonces sí nos vemos.

¡Reiniciamos!

Contemplamos el sendero.

Sugestivo

encantador

eterno

finito.

La contrariedad se suma, pero no importa.

Mientras tú me veas y yo te sienta.


Elizabeth Nun