Si
todos se callaran,
y se fueran a la otra orilla con sus opiniones.
y se fueran a la otra orilla con sus opiniones.
Si
todos se callaran,
y abrazaran más.
y abrazaran más.
Amaran
más.
Perdonaran y rieran.
Así como va por el mundo un ser con alma de niño,
con mente de anciano,
con fuerza de gigante.
Así como va por el mundo un ser con alma de niño,
con mente de anciano,
con fuerza de gigante.
No
tendrías que tapar tus oídos y querer estar lejos.
No tuvieras que jugar a las escondidas con tus
sentimientos.
Si
tan solo pudieras tener silencio por placer
y no por necesidad.
y no por necesidad.
Esa
urgencia que nos empuja a vivir felices
y abiertos a la realidad.
y abiertos a la realidad.
¡Pero
esperanzados, siempre esperanzados!
¿Esperanzados
de qué?
¡De
vida!
¡De comodidad!
¡De
lágrimas!
¡De sonrisas!
De todo, y sin embargo obtenemos nada.
Dar
vueltas en el mismo lugar envejece tu progreso.
¡Te
mueres!
¡Te
consumes!
Quizás
te congelas.
Pero
prefieres taparte los oídos.
Y vas amando,
sonriendo,
con esperanzas y siendo feliz,
mientras existes, pero no vives.
con esperanzas y siendo feliz,
mientras existes, pero no vives.
Eso
está bien para muchos, pero:
¿Es suficiente para ti?
¿Para
tu piel y tu todo?
¿Es
lo que eres o lo que te dijeron que debes ser?
Mejor
sé tú mismo y ve arreglándote por el camino.
No dejes que los demás te digan quién o cómo debes ser.
Ama
tu esencia.
Por: Elizabeth
Nun
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